viernes, 31 de marzo de 2017

Argentina y la Unión Europea refuerzan lazos en materia científica tecnológica


Reunión de autoridades del CONICET y el Centro Común de Investigación 
(JRC, Joint Research Centre).


Autoridades del MINCyT y el CONICET participaron de una misión en Bélgica para fortalecer vínculos y asistir a la Comisión Europea en la definición de políticas.

Durante el 27 y 28 de marzo una comitiva argentina conformada por autoridades del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCyT), y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), participó de una misión en Bruselas, con el objetivo de fortalecer vínculos

La delegación argentina estuvo integrada por el doctor Lino Barañao, titular del MINCyT, el doctor Alejandro Ceccatto, presidente del CONICET, Mg. Juan Soria, director de Vinculación Tecnológica del CONICET, el doctor Mariano Jordán, director de Cooperación e Integración Institucional del MINCyT, y representantes de la Misión Argentina en la Unión Europea.

Por su parte, la comitiva de la Comisión Europea –órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), encargada de defender el interés general de la Unión-  estuvo conformada por Wolfgang Burtscher, director general adjunto y la María Cristina Russo, directora de Cooperación Internacional de la Dirección General de Investigación e Innovación; e incluyó representantes de la Dirección General de Investigación e Innovación; Educación y Cultura; Economía Digital y Sociedad; Mercado Interno, Industria, Emprendimiento y PYME, y Centro de Investigación.

La comitiva argentina se reunió con los Comisarios Europeos que son los funcionarios de la Unión Europea que marcan la política del bloque sobre temáticas de investigación, cómo serán financiadas, cuáles son los instrumentos para hacerlo, y los métodos de cooperación.

En esta línea, acordaron continuar desarrollando principios comunes y el marco adecuado necesario para crear igualdad de condiciones para la cooperación en Investigación e Innovación entre Argentina y la UE basados en la confianza y promover la igualdad de género en actividades de Investigación e Innovación. Ambas comitivas hicieron hincapié en incrementar la cooperación en investigación marina, salud, cambio climático, y recursos renovables.

Asimismo, la delegación argentina mantuvo una serie de reuniones con diversas autoridades del Centro Común de Investigación (JRC, Joint Research Centre), cuya misión es la de brindar soporte científico a las políticas públicas desarrolladas por la Unión Europea.

Las áreas de competencia clave del JRC son: energía, transporte, medio ambiente y cambio climático, agricultura y seguridad alimentaria, salud y protección de los consumidores, tecnologías de la información y la comunicación, materiales de referencia y seguridad (incluida la nuclear en el programa Euratom).

La JRC junto con el MINCyT y el CONICET han iniciado un debate con vistas a las posibilidades de exploración para el desarrollo de un enfoque de cooperación más estratégico y estructurado a otras áreas.

Principalmente, se trataron temas referentes a  cooperación en Vinculación y Transferencias de tecnologías, y la posibilidad de cooperación con el Círculo de Oficinas de Transferencia Tecnológica de organismos científicos tecnológicos públicos en Europa, que actualmente agrupa a 26 entidades y es coordinado por el JRC.

Por otra parte, se abordó la estrategia de especialiación inteligente que es impulsada por el JRC. Participaron de estas reuniones, por la JRC: Charlina Vitcheva, Directora General Adjunta del JRC,  Giancarlo Caratti, director de Propiedad Intelectual y Transferencia Tecnológica, Elena Andonova de Innovación y Transferencia Tecnológica,  el doctor Alejando Ceccatto, presidente del CONICET y Juan Soria, director de Vinculación Tecnológica, Mariano Jordán director de Cooperación e Integración Institucional del MINCyT, y por la Embajada de la República Argentina ante la Unión Europea (ECEUR), Guillermo Simunovich.

También, la comitiva argentina se reunió con el doctor Pablo Amor y el doctor José Labastida, autoridades del Consejo Europeo de Investigación (ERC, European Research Council), institución creada por la Comisión Europea cuya misión es promover una investigación de vanguardia en Europa mediante la financiación competitiva, con un abordaje ascendente en todos los campos de investigación.

Las subvenciones se conceden mediante convocatorias abiertas a proyectos dirigidos por investigadores jóvenes y consolidados con independencia de su origen. Cabe destacar que el MINCyT tiene un convenio con el ERC para estancias cortas de investigadores del CONICET en Europa.

Durante los distintos encuentros, las partes reafirmaron la importancia de la cooperación en Ciencia, Tecnología e Innovación al enfrentar los desafíos económicos, ambientales y sociales en el contexto de las relaciones entre la UE y Argentina.

En ese contexto, reconocieron la importancia de reforzar los vínculos y promover el proceso de innovación para estimular la creación de empleo, el crecimiento económico y el bienestar social.

CONICET


viernes, 24 de marzo de 2017

Reunión bilateral sobre agroalimentos



En el Polo Científico Tecnológico se llevó a cabo una reunión entre representantes del N8 AgriFood y el Ministerio de Ciencia.

El encuentro estuvo encabezado por parte de la delegación del Reino Unido, por el líder del proyecto, Prof. Steve Banwart y por la cartera de Ciencia, por el secretario de Planeamiento de Políticas de Ciencia, Tecnología e Innovación, Dr. Miguel Angel Blesa y el coordinador Ejecutivo del Gabinete Científico Tecnológico, Dr. Alejandro Mentaberry, y la participación del gerente de desarrollo científico y tecnológico de CONICET, Dr. Jorge Tezon.

La reunión, que también contó con la participación de investigadores, tuvo como finalidad identificar áreas de interés común en agroalimentos como seguridad alimentaria, reciclabilidad, entre otros.

MINCyT


El Ministerio de Ciencia y Federchimica de Italia impulsarán iniciativas en bioeconomía


La firma del documento estuvo a cargo del titular del MINCyT, Lino Barañao, y el presidente de FEDERCHIMICA, Cesare Puccioni.

El acuerdo promoverá la financiación de proyectos innovadores en cadenas de valor que contemplen aspectos sociales, productivos y medioambientales.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT) firmó un memorando de entendimiento con la Federazione Nazionale Industria Chimica de Italia (FEDERCHIMICA) para alentar la cooperación internacional en el marco del Programa de Bioeconomía Regiones Argentinas (BAR), que será lanzado en breve.

El acuerdo busca favorecer el acceso y financiamiento –tanto público como privado– a proyectos conjuntos de innovación en áreas de relevancia estratégica.

La firma del documento estuvo a cargo del titular del MINCyTLino Barañao, y el presidente de FEDERCHIMICA, Cesare Puccioni.

En representación de la cartera, también asistieron a la ceremonia el director de Cooperación e Integración Institucional, Mariano Jordán,  y la coordinadora del proyecto de Acuicultura, Alit Fasce Pollicelli.

Respecto al memorando, Barañao expresó:

“El acuerdo firmado con FEDERCHIMICA permitirá la asociación entre empresas italianas y argentinas en el campo de la bioeconomía para desarrollos que impliquen innovación y apunten a terceros mercados, donde la economía está revolucionando la manera de encarar desde la industria química a la agricultura, con la aparición de nuevos productos que a su vez generan puestos de trabajo en regiones que no han tenido, como en el caso de Argentina, otras alternativas para la generación de empleo.



Como parte de este convenio se prevé la creación de una oficina de vinculación tecnológica internacional, aquí en Milán, con el apoyo de FEDERCHIMICA y que ahora tiene una representante del Ministerio para establecer vínculos con empresas, grupos de investigación e inversores interesados en asociaciones estratégicas con nuestro país”.

La colaboración implicará la identificación y financiación de iniciativas en bioeconomía y su posterior aplicación dentro de programas compartidos de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

Asimismo, las partes armonizarán los criterios en la temática y unificarán su agenda de trabajo.

De este modo, el Ministerio de Ciencia ratifica su impulso a la tecnología como herramienta destinada a incrementar la capacidad productiva del país en forma sostenible, y sentar las bases para un patrón económico fundamentado en el conocimiento.

Por su parte, FEDERCHIMICA actualmente nuclea cerca de 1.400 empresas, las cuales dan empleo a casi 90.000 personas, agrupadas en 17 asociaciones de la industria y divididos en 42 grupos sectoriales.

Además, es parte de CONFINDUSTRIA, la Confederazione Generale dell'Industria Italiana, el Consejo Europeo de la Industria Química (CEFIC) y el European Chemical Employers Group (ECEG).

El acuerdo suscrito comprende en el marco de la bioeconomía a toda actividad que emplea la ciencia y la tecnología para impulsar procesos productivos circulares, en los cuales el desperdicio se convierte en nuevo insumo.

Esto supone un desafío para las diversas cadenas de valor, porque propone modelos más eficientes y amigables con el medio ambiente.

La bioeconomía es un paradigma donde convergen las nuevas tecnologías con los sectores productivos tradicionales, a partir del concepto de territorio inteligente.

Contempla criterios sociales y ambientales concernientes a la sustentabilidad de las industrias y estudia, a su vez, las dificultades que impone el cambio climático en diversas actividades comerciales.

MINCyT


martes, 21 de marzo de 2017

ADN: el gran sensor


Luciana Giono, Adrián Cambindo Botto, Manuel Muñoz y Alberto Kornblihtt. 
Foto: CONICET Fotografía.

Investigadores del CONICET estudiaron como, frente al daño en el ADN que causa la luz solar, se activa una maquinaria que no solo repara la lesión sino que además regula la respuesta de la célula.

En 2015 Tomas Lindahl, Paul Modrich y Aziz Sancar recibieron conjuntamente el Premio Nobel en Química por sus estudios sobre los mecanismos de reparación del ADN.

Estos procesos buscan evitar que las mutaciones en el genoma se transmitan a las células hijas y se perpetúen.

Algo que, a largo plazo, puede llevar por ejemplo al desarrollo de tumores.

En un trabajo publicado hoy en la revista Cell Reports investigadores del CONICET y la FCEN-UBA junto a colegas de Italia, España, Brasil y Canadá descubrieron que el daño al ADN (y no a otras moléculas dentro de la célula) dispara cambios en la expresión de los genes.

El actor principal es un mecanismo, llamado NER (por el inglés de nucleotide excision repair, reparación por escisión de nucleótidos), que ya había sido identificado por su función de reparación de ADN dañado.

“Lo que describimos es una nueva función de un viejo sistema.

NER no sólo detecta el daño sino que, mientras comienza a repararlo, ‘avisa’ a la célula que se están realizando esas tareas, impide que se divida hasta que estén solucionadas y activa las señales para que se produzcan las proteínas que necesita”, sintetiza Manuel J. Muñoz, investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE, CONICET-UBA) y primer autor del trabajo.

Y en el inicio, había sol

Se sabe que la radiación ultravioleta (UV) produce mutaciones en el ADN.

En este trabajo el equipo, dirigido por Alberto Kornblihtt, investigador superior del CONICET y director del IFIBYNE, estudió en células de la piel la formación de un tipo de daño específico llamado dímero de pirimidina, que es el tipo de lesión en el ADN más frecuente que aparece frente a la radiación UV.

“Cuando se forman estos dímeros se tuerce la hebra de ADN y se forma una especie de ‘bucle’ que NER reconoce para comenzar a repararlos”, explica Kornblihtt.

A partir del daño al ADN comienza una cascada de eventos que lleva, en última instancia, a la reparación del daño y a la reanudación del ciclo celular.

Es decir, a que la célula pueda seguir con sus funciones y dividirse.

El trabajo justamente explica esa cadena de acontecimientos.

Primero, NER reconoce el ‘bucle’ en el ADN y se une.

Después empieza el segundo paso, que es cuando comienza la reparación y ‘avisa’ a la célula que hay un error en el ADN para que detenga su ciclo celular hasta que esté reparado.

“Ahí NER activa una enzima llamada ATR que, indirectamente, modifica la expresión de determinados genes a través del proceso de splicing alternativo.

Es decir que induce la síntesis de las proteínas específicas que necesita la célula en ese momento para detener su ciclo celular”, agrega Luciana Giono, investigadora asistente del CONICET y también autora del trabajo.

El splicing alternativo es el proceso que le permite a la célula obtener diferentes proteínas a partir de un único gen, según las ‘piezas’ que se incluyan.

Lo que ATR hace es actuar sobre el splicing para que se produzcan las proteínas que necesita la célula en ese momento y no otras.


La investigadora Luciana Giono diseñó la imagen, que fue elegida tapa de Cell Reports

Dos experimentos para comprobar

El trabajo empezó a partir de una pregunta. Ante la radiación UV ¿quien da aviso a la célula que hay peligro?

“Cuando una célula recibe radiación hay muchísimas moléculas -proteínas, azúcares, ADN, ARN o lípidos – que pueden absorber la luz UV y modificar su estructura, es decir que podrían ser posibles sensores de radiación. 

El ADN es uno, pero no el único”. 

Entonces para discriminar cuál era el sensor de la luz UV que transmitía su efecto a la maquinaria de splicing realizamos dos experimentos clave”, explica Muñoz.

En el primero, los investigadores del grupo en que también participaron los becarios doctorales del CONICET Nicolás Nieto Moreno y Adrián Cambindo Botto, irradiaron el ADN puro fuera de las células y después lo introdujeron en ellas. 

“En ese caso la célula y sus componentes no habían recibido radiación y estaban intactos. 

El único dañado era en el ADN, y así vimos que la célula activaba su mecanismo de reparación y la cascada de señalización de ATR que afectaba a la expresión de los genes a nivel del splicing”, explica Giono.

El segundo experimento estaba planteado como la situación inversa: el objetivo era dañar todo menos el ADN. 

Como no es posible sacar el ADN, irradiar la célula y volver a introducirlo, utilizaron una maquinaria de reparación de ADN que existe en algunas bacterias, plantas y mamíferos marsupiales cuyas enzimas son las fotoliasas. 

“Irradiamos células de piel humana (no tienen fotoliasa porque somos mamíferos placentarios) e introdujimos y activamos la fotoliasa marsupial lo más rápidamente posible para que repare el ADN. 

Entonces todo estaba afectado por la radiación UV menos el ADN y vimos que no había efecto sobre la expresión de los genes o o el splicing”, comenta la investigadora.

Es decir que para que se active la maquinaria que indica a la célula que hay un daño y que se genere una respuesta solo es necesario que esté dañado el ADN. 

Si hay otras moléculas, organelas o componentes celulares afectados no importa porque no disparan este mecanismo de señalización.

“Este trabajo es una prueba muy robusta de que cuando irradiás una célula no importa si se dañan otras cosas, lo que hace cambiar el splicing alternativo y por ende las funciones con las que una célula cuenta es el daño específicamente en el ADN”, finaliza Kornblihtt.

Sobre investigación:

– Manuel J. Muñoz. Investigador adjunto. IFIBYNE.
– Nicolás Nieto Moreno. Becario doctoral. IFIBYNE.
– Luciana E. Giono. Investigadora asistente. IFIBYNE.
– Adrián E. Cambindo Botto. Becario doctoral. IFIBYNE.
– Gwendal Dujardin. Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) y Universitat Pompeu Fabra (UPF), España.
– Giulia Bastianello. Fondazione Istituto FIRC di Oncologia Molecolare (IFOM), Italia.
– Stefania Lavore. Fondazione Istituto FIRC di Oncologia Molecolare (IFOM), Italia.
– Antonio Torres-Méndez. Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) y Universitat Pompeu Fabra (UPF), España.
– Carlos F.M. Menck. Departamento de Microbiologia, Instituto de Ciencias Biomédicas, Universidade de Sao Paulo, Brasil.
– Benjamin J. Blencowe. Donnelly Centre and Department of Molecular Genetics, University of Toronto. Canadá.
– Manuel Irimia. Barcelona Institute of Science and Technology (BIST) y Universitat Pompeu Fabra (UPF), España.
– Marco Foiani. Fondazione Istituto FIRC di Oncologia Molecolare (IFOM), Italia.
– Alberto R. Kornblihtt. Investigador superior. IFIBYNE | FCEN-UBA.

Por Ana Belluscio

CONICET


viernes, 17 de marzo de 2017

Barañao viajó a Suiza por acuerdos de colaboración científica y técnica


Lino Barañao y el director de la Fundacion Campus Biotech de Ginebra, Benoit Dubois.

Se encontró con funcionarios y empresarios para fortalecer los vínculos en materia de investigación y desarrollo productivo.

En el marco de la misión que la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT) lleva adelante por el continente europeo e Israel, el ministro Lino Barañao hoy concluyó su visita a Suiza tras haberse reunido con autoridades gubernamentales y representantes de la firma Nestlé.

El viaje se suma a las acciones de cooperación que Argentina mantiene con el país helvético, por medio de proyectos de investigación e intercambio destinados a fortalecer los vínculos institucionales e incrementar las capacidades en investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).

El ministro Barañao y el director de Cooperación e Integración Institucional, Mariano Jordan, mantuvieron una audiencia con el consejero federal Johann N. Schneider-Ammann y asistieron a una reunión de trabajo con el Secretario de Estado para la Educación, la Investigación y la Innovación, Mauro Dell’Ambrogio.

A lo largo del encuentro, conversaron acerca de los avances alcanzados a partir de la Declaración Conjunta firmada en 2015 y  ponderaron los logros de la convocatoria vigente entre el MINCYT, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Fundación Nacional de Ciencia de Suiza (SNSF).


Barañao y Jordan durante su encuentro con el consejero federal Johann N. Schneider-Ammann.

También acordaron nuevas actividades bilaterales de cara a la próxima visita de la presidente Doris Leuthard a la Argentina.

Más tarde, el ministro se trasladó a las instalaciones del Centro de Investigaciones global de Nestlé para entrevistarse con autoridades y responsables de I+D+i.

Por su parte, la multinacional de alimentos y bebidas se manifestó interesada por lanzar el Programa de Formación Profesional y Primer Empleo en nuestro país, así como en la instalación de varios procesos de alta tecnología.

Además, se suscribió un programa amplio de cooperación orientado a la ciencia y la producción.

Durante la estadía, los representantes del MINCYT recorrieron el Centro de Biotecnología de Ginebra, donde pudieron intercambiar impresiones con los directivos e investigadores; más adelante, se dirigieron a la Universidad y el MakerSpace en Renes; y visitaron la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL).

En el establecimiento educativo, Barañao y Jordán presenciaron una exposición a cargo de la científica argentina Magali Lingenfelder, que actualmente dicta clases en ese lugar.

En efecto, la charla brindó a los funcionarios la oportunidad para encontrarse con investigadores de la Argentina que viven en Suiza, y promover Redes que operen bajo la órbita del Programa RAICES.

El relacionamiento entre los investigadores suizos y argentinos es amplio y complejo, e incluye por ejemplo instrumentos de financiación previstos por el Programa Marco de investigación de la Unión Europea.


El titular del MINCYT junto con científicos argentinos en Suiza.

Por último, resta señalar que entre 2011 y 2016 la SNSF patrocinó cerca de 40 proyectos con componentes argentinos en diversos campos del conocimiento, especialmente en matemáticas, ciencias naturales e ingeniería.

Asimismo, nuestro país forma parte del programa de Becas de Excelencia Federales para investigadores y artistas extranjeros, impulsado por el gobierno de Suiza, que destina hasta veinte becas por año a personas oriundas de distintos puntos de América del Sur.

MINCyT

martes, 14 de marzo de 2017

Argentina profundiza vínculos con el mundo a través de la cooperación científica


El trabajo en Bruselas de la VI Reunión Bi-Regional de Altos Funcionarios en Ciencia y Tecnología CELAC-UE tuvo lugar en el Albert Borschette Congress Center.

Funcionarios de la cartera de Ciencia de la Nación participarán en misiones por Europa e Israel con el propósito de afianzar lazos, suscribir acuerdos de cooperación y asistir en la definición de políticas científico-tecnológicas con la Comisión Europea

Representantes del Ministerio de Ciencia (MINCYT) arribaron a territorio europeo para fortalecer vínculos en materia de investigación científica y desarrollo tecnológico.

En Bélgica, durante el lunes 13, el director Nacional de Cooperación e Integración Institucional, Mariano Jordán, junto con otros representantes de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) acordaron una estrategia regional en lo referente a investigación e innovación con la Unión Europea (UE).

Por la tarde, se realizó la reunión Preparatoria del Grupo de Trabajo Bi-Regional en Infraestructuras de Investigación.

Allí, nuestro país presentó los avances alcanzados en el proyecto ANDES, que consigna la construcción del laboratorio subterráneo más importante del cono sur, entre otras oportunidades de cooperación.

El martes 14, tuvo lugar la Reunión de Altos Funcionarios CELAC-UE para la Iniciativa conjunta en Investigación e Innovación, realizada también en Bruselas.

Del encuentro surgieron propuestas y herramientas, como por ejemplo la “Iniciativa de Asesoramiento sobre Políticas en I+D”, con las que se planea dar un importante impulso al desarrollo del país.

La misión continuará con el viaje del ministro Lino Barañao a Suiza, para sumarse al proceso de diálogo con funcionarios de aquel país acerca de programas de cooperación bilateral y futuros acuerdos.

La visita, a concretarse entre el 16 y 17 de marzo, además iniciará gestiones en favor de un próximo viaje a la Argentina de la presidente suiza, Doris Leuthard.

A la semana siguiente, la misión a Israel –los días 20, 21 y 22– prevé contactos con agencias de innovación y centros de desarrollo interesados en impulsar la ciencia argentina mediante mecanismos de cooperación e incubación de empresas de base tecnológica; actividades que contarán con la participación del subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Jorge Aguado.

Allí también se suscribirá un Acuerdo de Cooperación científica y tecnológica con el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Espacio del Estado de Israel.

Cabe destacar que tanto en Suiza como en Israel, los representantes del MINCYT mantendrán reuniones con comunidades de investigadores argentinos para fomentar nuevas Redes que operen bajo la órbita del Programa RAICES.

En ese sentido, los funcionarios asistirán a una exposición por parte de la investigadora argentina Magali Lingenfelder que actualmente se desempeña en la Escuela Politécnica Federal de Lausanne.

A continuación, Barañao y Jordán desembarcarán en Milán el 24 y 25 de marzo para suscribir un memorando de entendimiento con la Federación Nacional de la Industria Química de Italia (Federchimica), que fomentará la reciprocidad entre empresas de distintas nacionalidades, bajo el Programa de Biorregiones Argentinas lanzado por el MINCYT.

Por último, el ministro se reunirá con su par de la Comisión Europea, Carlos Moedas, para analizar iniciativas comunes en ciencia, tecnología e innovación entre Argentina y la Unión Europea.

Se hará énfasis sobre proyectos destinados a promover la investigación e innovación, la vinculación público-privada, la transferencia de tecnología y el desarrollo de oportunidades productivas.

En el encuentro, Barañao presentará los lineamientos estratégicos de la política actual de nuestro país, principalmente las Iniciativas Nacionales de Bioeconomía (BAR) y Pampa Azul.

Finalmente, participará de la Reunión del Comité Conjunto de Acuerdo marco entre la Unión Europea y la República Argentina en Ciencia y Tecnología, acompañado por Mariano Jordán y el presidente del CONICET, Alejandro Ceccato.

MINCyT


martes, 7 de marzo de 2017

GSK rubricó acuerdo de colaboración con el MINCYT y el Francis Crick Institute del Reino Unido


De izquierda a derecha: Isro Gloger, director del programa Trust in Science de GSK; Lino Barañao, ministro de Ciencia de la Nación; y John Diffley, director asociado de Investigación 
del Francis Crick Institute.

El laboratorio invertirá 450.000 dólares anuales en investigaciones de científicos del CONICET.

Las partes fomentarán la innovación científica y tecnológica en áreas de interés común, mediante proyectos vinculados a especialidades terapéuticas de alta relevancia, como Inmunología, Oncología e Inflamación.

Con la firma de este  documento, científicos argentinos del CONICET viajarán al Reino Unido para desarrollar proyectos de investigación en el Crick Institute durante tres años.

Asimismo, GSK financiará los costos materiales de los proyectos seleccionados y el MINCYT sufragará el traslado y la estadía de los investigadores en dicho país.

En esa línea, el Francis Crick Institute recibirá a los investigadores y pondrá a disposición sus instalaciones; mientras, GSK y el Crick Institute supervisarán los trabajos de laboratorio.

A lo largo de todo el período, el Gobierno del Reino Unido será responsable de apoyar el traslado de investigadores del Francis Crick Institute a la Argentina, quienes brindarán información y capacitaciones a los investigadores locales.

El presente acuerdo se basa en el programa Trust in Science, que GSK lleva adelante junto con el MINCYT desde 2011 y continúa hasta la actualidad en el formato de PAE’s (Programas de Áreas Estratégicas), con las Universidades de Córdoba, Quilmes, el  IBYME (Instituto de Biología y Medicina Experimental) y el Instituto Leloir.

Sobre el memorando de entendimiento, el ministro de Ciencia de la Nación, Lino Barañao, expresó:

“Este acuerdo representa una innovación sustantiva en cuanto a la  cooperación internacional, por cuanto el Ministerio se está asociando con un Instituto de investigación biomédica de primer nivel, como lo es Francis Crick Institute de Reino Unido, y una empresa farmacéutica de envergadura mundial, como GlaxoSmithKline.

Esto garantiza, por un lado, que vamos a producir información básica de primer nivel y, por el otro, que en caso de obtener resultados aplicables, estos pueden llegar rápidamente al mercado gracias a las capacidades de la empresa.

Entonces, se establece un vínculo muy efectivo que va desde la generación de conocimiento original hacia nuevas terapias que beneficien al paciente”.

Por su parte, el gerente General & VP de Farma GSK Argentina, Rodolfo Civale, señaló:

“La firma de este acuerdo representa un fortalecimiento del compromiso que establecimos con el desarrollo de la ciencia en nuestro país, es una muestra más de la confianza en el profesionalismo y capacidad de los investigadores argentinos quienes, a través de este acuerdo de intercambio científico con el Reino Unido, podrán acceder al más alto nivel de investigación científica.

Este acuerdo se suma a otras importantes iniciativas de GSK Argentina en el campo científico como el programa Trust in Science junto al MINCYT desde el año 2011 y la inauguración de nuestro centro regional de investigación clínica anunciado el año pasado”.


Rosana Felice (Directora Médica GSK Argentina y Cono Sur), Rodolfo Civale (Vicepresidente y Gerente General Argentina y Cono Sur); Mark Kent (Embajador Británico en Argentina); Mariano Jordán (Director Nacional de Cooperación e Integración Institucional).

A su turno, el director de Trust in Science de GSK, Isro Gloger, comentó:

“Este acuerdo firmado es muy importante a varios niveles.

En primer lugar, ratifica el reconocimiento al alto nivel científico existente en Argentina.

Al mismo tiempo, demuestra la excelente relación que GSK ha desarrollado con el MINCYT y los investigadores argentinos, reflejada en una inversión a largo plazo, así como también con el Francis Crick Institute.

Por último, establece un nuevo modelo de colaboración internacional tripartito académico-industrial entre la Argentina y el Reino Unido.

Este acuerdo facilitará el avance científico y la posibilidad de establecer nuevos tratamientos para enfermedades importantes”.

El convenio se suma al trabajo que GSK realiza con el MINCYT desde hace más de cinco años, a través del programa Trust in Science, en el que participaron más de 109 investigadores en más de 25 proyectos.

Esta inversión se suma a los 750.000 dólares destinados a los proyectos que GSK mantiene en desarrollo con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva en Argentina.

MINCyT