viernes, 27 de septiembre de 2019

Biocombustibles de segunda generación - Buscan obtener


Buscan obtener biocombustibles de segunda generación

Un equipo de investigadores del INTA y de la Unión Europea analizan el potencial técnico y agronómico de las tecnologías que se orientarán a transformar el residuo de la caña de azúcar en bioetanol. 

La evaluación se realizó en el marco de un taller internacional organizado en Buenos Aires.

Conocidos como los combustibles que se obtienen a partir de materia seca vegetal, los biocombustibles de segunda generación (2G) podrían representar una solución alentadora para el futuro energético y ambiental. 

Con esta premisa, referentes del INTA y de la Unión Europea se reunieron en Buenos Aires para analizar cuáles son las nuevas tecnologías que podrían usarse para aprovechar los derivados de diferentes tipos de biomasa.

En el marco del consorcio internacional BABET-REAL5, 11 socios europeos y cuatro latinoamericanos se enfocan en la búsqueda de soluciones alternativas para la producción de biocombustibles de segunda generación, a partir de materia seca vegetal –biomasa lignocelulósica– de residuos agroindustriales, de bajo costo y que no compitan con el uso del suelo y del agua.

“En el mundo, hay una marcada tendencia hacia el uso de energías renovables, y eso nos ubica en una posición privilegiada como generadores de biocombustibles y de energía a partir de la biomasa en general”, destacó Jorge Hilbert, referente en biocombustibles del INTA.

“Los biocombustibles de segunda generación se elaboran a partir de procesos tecnológicos y de materias primas que no se destinan a la alimentación”, afirmó Hilbert y agregó: “Buscamos una tecnología para transformar celulosa en etanol de la manera más eficaz posible”.

Si bien la producción de bioetanol a partir de biomasa lignocelulósica a escala comercial todavía no es económicamente competitiva, el equipo de especialistas que integran el consorcio BABET-REAL5 avanzan en diversos campos de investigación que abarcan el mejoramiento de enzimas, los procesos termoquímicos y el procesamiento de efluentes.

“En el caso de la Argentina, se seleccionó el residuo de la caña de azúcar como materia prima competitiva”, expresó Hilbert.


Hilbert: “Los biocombustibles de segunda generación se elaboran a partir de procesos 
tecnológicos y de materias primas que no se destinan a la alimentación”.

De acuerdo con el especialista del INTA, “uno de los principales puntos en contra que posee esta forma de obtención de biocombustibles es la necesidad de un pretratamiento de la materia prima, sumado a la composición de la biomasa y a la capacidad de los microorganismos naturales para fermentar los azúcares”.

En este sentido, investigadores del Instituto de Biotecnología del INTA estudian cómo mejorar el procedimiento biológico de las enzimas para la degradación de la lignina y obtener una mayor eficiencia en el rendimiento del bioetanol.

El proyecto evalúa también, en forma constante, los impactos ambientales de cada etapa sin descuidar los aspectos económicos y de viabilidad.

“Nuestro trabajo está orientado al análisis de tecnología competitiva a escala industrial pequeña y, por lo tanto, aplicable a una mayor cantidad de materias primas y en diferentes zonas rurales de la Argentina, Europa y en el resto del mundo”, expresó Hilbert y agregó:

“Además del núcleo tecnológico para lograr un proceso que sea viable y aplicable en diversas regiones del mundo, se requiere identificar la materia prima con condiciones de suministro sostenibles y fiables”.

Informe emitido en Pampero TV



BABET-REAL5 es un proyecto de investigación en el que participan instituciones de Europa y América Latina encuadrado en la convocatoria Horizon 2020 de la Unión Europea.

El consorcio responsable del proyecto, del cual forma parte el INTA, está constituido por profesionales e investigadores que representan a Centros de Investigación con reconocida jerarquía internacional.

Julio Valles, coordinador técnico del proyecto y referente de la Universidad de Toulouse –Francia–, manifestó que el objetivo final del proyecto Horizon 2020 es demostrar la viabilidad económica, técnica y ambiental de un proceso que está desarrollado en el laboratorio.

“La próxima etapa estará enfocada en la construcción, en alguno de los países socios, para poder escalar el proyecto”, indicó.


En el marco del consorcio internacional BABET-REAL5, referentes del INTA, de instituciones de Latinoamérica y de la Unión Europea se reunieron en Buenos Aires para analizar alternativas para la producción de biocombustibles de segunda generación, a partir de materia seca vegetal 
de residuos agroindustriales.

De acuerdo con Valles, “una de las principales ventajas de la Argentina, es la cantidad de biomasa disponible y a un precio de cosecha accesible.

En otros países, el costo de la biomasa es elevado y es uno de los puntos negativos”.

El proyecto, financiado por la Unión Europea, busca avanzar tanto en el estudio de fuentes de materias primas como en los procesos de conversión y de obtención de varios coproductos con valor agregado.

El INTA participa en varios módulos con profesionales de diversas unidades y especialidades que abarcan desde el mejoramiento de procesos de transformación, la evaluación de materias primas, los impactos ambientales hasta el estudio de un caso de negocio para valorar su factibilidad.

“Para nosotros es importante que, como institución, tengamos la oportunidad de participar de este Consorcio Internacional de investigadores y de laboratorios de primera generación que están a la vanguardia, no solo en el desarrollo de biocombustibles, sino también, en toda la cadena de valor que se puede generar a partir de la transformación de una biomasa tan barata y tan accesible como es un residuo celulósico”, concluyó Hilbert.

INTA


miércoles, 15 de mayo de 2019

INTA - La UE financiará un proyecto sobre producción de alimentos


La Unión Europea financiará un proyecto del INTA sobre producción de alimentos

El proyecto sobre Resiliencia de alimentos en sistemas hortícolas y ganaderos de la agricultura familiar, presentado por investigadores del INTA, fue seleccionado en el Taller Regional del Programa EUROCLIMA+ y recibirá 1,7 millones de euros.

El encuentro se desarrolla hasta el 17 de mayo en Guatemala.

En el marco del Taller Regional del Programa EUROCLIMA+ de la Unión Europea, que se desarrolló del 14 al 17 de mayo en Antigua –Guatemala–, el proyecto presentado por investigadores del INTA y del Centro para la Investigación en sistemas sostenibles de producción agropecuaria (CIPAV) de Colombia es uno de los siete seleccionados y recibirá 1,7 millones de euros de financiamiento.

En América Latina, la agricultura familiar es altamente vulnerable a las variabilidades y cambios en el clima, que resultan en riesgos productivos y financieros, deterioro de recursos, capacidades organizacionales y, en casos extremos, en migración.

Para adaptar estos sistemas al cambio climático, el programa EUROCLIMA+ aprobó siete proyectos que se financiarán con fondos de la Unidad Europea en 12 países de la región.

Edurne Battista, una de las referentes del proyecto del INTA, expresó que “el proyecto propone diseñar, implementar, evaluar y sistematizar medidas que mejoren la resiliencia frente a sequías, inundaciones, incendios y eventos extremos, diversificando 
los sistemas (genética, productiva, comercial, organizacional), 
mejorando la eficiencia de captura almacenaje 
utilización del agua y fijando y secuestrando 
carbono orgánico en los suelos 
y la vegetación.


Edurne Battista, una de las referentes del proyecto del INTA, participó en el Taller Regional del programa EUROCLIMA+ de la Unión Europea.

Battista junto con Antonio Solarte, coordinador del Área de Servicios Ambientales del CIPAV, participaron del Taller Regional del Programa EUROCLIMA+.

Allí, presentaron el desarrollo de una metodología de trabajo de co-construcción junto con la agricultura familiar.

“Esto resulta de mucho interés para el resto de los proyectos de la región”, indicó la investigadora del INTA y agregó:

“A medida que avancemos en la elaboración y formulación de indicadores, esperamos poder compartir la información generada hacia el resto de los proyectos, ya que pueden ser insumo para países que están implementando planes de acción local contra el cambio climático”.

El proyecto presentado por el INTA buscará poner el foco en el cordón hortícola de La Plata –una zona que produce el 72 % de las hortalizas comercializadas en el Mercado Central de Buenos Aires–, el territorio semiárido de Traslasierra (Córdoba) –zona en la que conviven la agricultura familiar con emprendimientos agropecuarios de gran escala– y en el piedemonte amazónico colombiano predomina población de campesinos que llegaron del interior del país a colonizar –región de la selva que enfrenta conflictos por la baja productividad de sus tierras, dedicadas en su mayoría a la ganadería extensiva–.


El Taller Regional del Programa EUROCLIMA+ de la Unión Europea se desarrolló del 14 al 17 de mayo en Antigua –Guatemala–.

La iniciativa del INTA, que se desarrolla junto con Colombia y los socios locales del IICA y la Secretaría de Agroindustria de la Argentina tiene previsto trabajar con 190 familias que se dedican a la ganadería y horticultura, que presentan alta vulnerabilidad socio-económica y están en regiones con efectos negativos del cambio climático.

El Taller buscó poner en común los siete proyectos que fueron aprobados dentro del componente de Producción Resiliente de Alimentos de EUROCLIMA+.

“Cada participante expone sus principales objetivos y en conjunto se identifican las posibles sinergias de los proyectos”, señaló Battista quien analizó: “EUROCLIMA+ busca establecer el trabajo colaborativo, pero el desafío es encontrar los mecanismos que lo hagan viable”.


El Taller buscó poner en común los siete proyectos que fueron aprobados dentro del componente de Producción Resiliente de Alimentos de EUROCLIMA+

INTA


domingo, 5 de mayo de 2019

Alzheimer - Secuencian el genoma de mil argentinos para estudiarlo


El proyecto apunta a desarrollar diagnósticos y tratamientos personalizados para esta enfermedad que afecta a más de medio millón de personas en el país.

Investigadores argentinos lograron secuenciar el genoma completo de 1000 personas para determinar el perfil genético de la enfermedad de Alzheimer en Argentina.

Este es el primer trabajo de análisis de genoma completo en población argentina y el primero en su tipo en nuestra región.

“El objetivo es detectar factores de riesgo genético para la enfermedad de Alzheimer en nuestra población de forma tal de generar diagnósticos y tratamientos personalizados que sean efectivos”, señaló una de las directoras del avance, la doctora Laura Morelli, directora del Programa de Medicina Traslacional para Innovaciones en Investigación, Diagnóstico y Tratamiento de la Enfermedad de Alzheimer que está integrado por una red de centros científicos y hospitales y cuenta con el apoyo de la Secretaría de Ciencia

El estudio, publicado en la revista “Translational Psychiatry”, se basó en la comparación del genoma de más de mil personas de todo el país: la mitad con Alzheimer y el resto, sanos.

Y reveló que hay tres variantes genéticas “raras” o de baja frecuencia, TREM2, PLCG2 y ABI3, ampliamente distribuidas en argentinos con antepasados europeos y que se asocian a una mayor susceptibilidad a padecer la enfermedad.

“Este primer avance constituye un paso hacia el objetivo de determinar la firma molecular [colección de genes y otras moléculas alteradas] del Alzheimer en nuestra población en diferentes regiones del país”, puntualizó Morelli, quien es investigadora de la Fundación Instituto Leloir (FIL).

Este importante avance es fruto de un trabajo interdisciplinario e internacional.

Con el apoyo de organismos nacionales (Secretaría de Ciencia y CONICET) y en el marco de una colaboración establecida con el doctor Alfredo Ramírez, líder de grupo de la Unidad de Genómica de la Universidad de Bonn (Alemania), los investigadores argentinos accedieron al programa “European Alzheimer Disease Bank” (EADB), que financia la Unión Europea y está liderado por un consorcio que integran Francia, Alemania, Finlandia, Italia, Holanda, Suecia, Reino Unido y Australia.

“Esta participación internacional nos permitió determinar casi 700.000 variantes genéticas de pacientes con Alzheimer, analizar las secuencias y comparar nuestros datos con poblaciones de otros países europeos” señaló la primera autora del estudio, la doctora María Carolina Dalmasso, investigadora del CONICET en el Instituto Leloir quien fue beneficiada con una beca de formación superior de la Fundación Alexander Von Humboldt para realizar este estudio.

Las muestras de los pacientes y de los controles se extrajeron de manera voluntaria en los hospitales de Clínicas de Buenos Aires, Interzonal General de Agudos “Eva Perón” (San Martín) y El Cruce “Dr. Néstor Kirchner” (Florencio Varela), así como de distintos establecimientos adscriptos al programa del adulto mayor de los ministerios de salud de las provincias de Jujuy y de Mendoza.

Los investigadores continúan realizando estudios para ampliar la determinación de la ancestría (estructura genética de nuestra población debida a la variación producida por las poblaciones que le dieron origen) y su vínculo con el Alzheimer.

“Teniendo en cuenta que los genes y los efectos asociados a esta enfermedad difieren entre las etnias, pretendemos establecer el perfil genético de esta patología en nuestro país como base para el desarrollo futuro de tratamientos personalizados”, destacó Morelli.

Agencia CyTA-Fundación Leloir


jueves, 28 de marzo de 2019

Argentina reclama a la UE por edición génica y casos de presencia adventicia


Se trata de la profundización de un diálogo bilateral que ya cuenta con 10 años de existencia.

Representantes de la Secretaría de Gobierno de Agroindustria mantuvieron una videoconferencia con representantes de la Unión Europea donde repasaron la agenda bilateral en materia de Biotecnología Agropecuaria, con el objetivo el fomentar la trasparencia y la armonización regulatoria para evitar conflictos comerciales.

"Argentina sigue posicionándose como referente en materia de biotecnología y bioseguridad, y la Unión Europea constituye uno de nuestros principales destinos para la exportación de productos agroindustriales.

El fortalecimiento de las relaciones bilaterales es, en este sentido, una herramienta clave para garantizar un creciente intercambio comercial potenciado por la bioeconomía", destacó el secretario de Gobierno de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere, al respecto de esta comunicación bilateral.

Recordemos que esta nueva instancia de diálogo se produce como parte de una Solución Mutuamente Convenida entre la Argentina y la Unión Europea (UE), luego de que se enfrentaran ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por la aprobación de productos biotecnológicos, con el resultado de que la UE debió abandonar la moratoria injustificada que sostenía hasta ese momento.

La agenda constó de 21 temas de gran contenido técnico, político y comercial que impactan en el comercio bilateral de productos biotecnológicos o sus derivados e, indirectamente, en el margen de maniobra de la Argentina para adoptar innovaciones agroindustriales a futuro.

Entre estos temas, Argentina expresó su interés por la pronta aprobación de varios eventos biotecnológicos en Europa.

Asimismo, solicitó explicaciones a las autoridades europeas por las dificultades burocráticas que enfrentan dos empresas nacionales, una biotecnológica y otra semillera, que necesitan registrar sus productos en el mercado europeo.



Ambas partes compartieron sus novedades en materia regulatoria.

Argentina informó de múltiples mejoras en su marco regulatorio para la biotecnología agroindustrial impulsadas por criterios de adecuación a los cambios tecnológicos y desburocratización; luego planteó su preocupación respecto de que ciertas novedades normativas en Europa posiblemente alarguen los tiempos de autorización para los productos biotecnológicos.

Además, Argentina solicitó reiteradamente que la Unión Europea revise sus marcos regulatorios para contemplar los casos de presencia adventicia o LLP ("Low Level Presence").

Se trata de las dificultades para el comercio derivadas de la autorización asincrónica o asimétrica de productos biotecnológicos entre países exportadores e importadores; cabe destacar que la Argentina es parte de la Global LLP Initiative, un foro de países que buscan una solución adecuada para este tema.

Argentina señaló que la falta de políticas en Europa para la LLP es la causa subyacente a muchos de los problemas de agenda y que, entre otras complicaciones, está impidiendo que podamos adoptar tecnologías muy prometedoras desarrolladas en el país.

En particular, insistió por la incorporación efectiva en la normativa europea de los estándares internacionales del Codex Alimentarius en esta materia.

Para sensibilizar sobre el hecho de que la LLP es una complicación emergente también para los productos de origen europeo, se señaló que el año pasado el Senasa debió destruir cargamentos de semilla importados a nuestro país desde Francia, tras haberles detectado una presencia adventicia de colza genéticamente modificada no autorizada.

La delegación argentina estuvo liderada por el secretario de Alimentos y Bioeconomía, Andrés Murchison, quien remarcó a la Delegación Europea que la LLP es un desafío para ambas partes, y nuestro especial interés en que la UE se avenga a trabajar en conjunto para solucionarlo.

Por otra parte, se informó sobre las dos Declaraciones relativas a la Edición Génica que Argentina presentó ante la Organización Mundial del Comercio en nombre de un amplio grupo de naciones.

Del contenido de las mismas, en esta oportunidad la Argentina destacó el fuerte compromiso asumido en trabajar con terceros países para evitar barreras al comercio basadas en distinciones arbitrarias e injustificables entre productos equivalentes obtenidos por éstas u otras técnicas, y señaló su interés en que éste diálogo sirva a dicho propósito.

De la reunión, que se instrumentó por videoconferencia por razones de austeridad, participaron funcionarios de la Dirección de Biotecnología, la Dirección Nacional de Relaciones Agroindustriales Internacionales, la Agregaduría Agrícola ante la UEINASESenasa y la Cancillería Argentina, a través de la Dirección de Europa y el embajador Argentino ante la UE.

Por la parte europea, participaron funcionarios de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria de la UE (DGSANTE), representantes de su Dirección General de Comercio (DG TRADE), y expertos de la European Food Safety Authority (EFSA).

Agroindustria


miércoles, 20 de marzo de 2019

Argentina Dinamarca - estrechan lazos para una producción de alimentos sostenible


Realizan jornadas de trabajo sobre industria alimenticia, producción agroindustrial y comercialización.

El secretario de Gobierno de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, y el ministro de Medio Ambiente y Agricultura de Dinamarca, Jakob Elleman-Jensen, encabezaron hoy el seminario "Agronegocios y procesamiento de alimentos", realizado en el Centro Cultura Kirchner con el objetivo de promover la cooperación para potenciar una producción agroindustrial sostenible.

Durante el seminario, que forma parte de la agenda de actividades que la comitiva del país europeo efectúa en Argentina, Etchevehere destacó que "desde el Gobierno Nacional implementamos una política de reinserción en el mundo, teniendo en cuenta y llevando a cabo iniciativas para cuidar el ambiente y poder producir más.

Hoy tenemos la oportunidad de alimentar a más de 400 millones de personas, pero nuestro objetivo es que para el 2025 podamos llegar a producir para 600 millones, y esto será posible gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, y a las relaciones comerciales y productivas con otros países".


La jornada permitió destacar la importancia de seguir profundizando lazos en materia agroindustrial con diferentes países del mundo; el trabajo en conjunto para la aprobación de protocolos sanitarios para la exportación; el fortalecimiento de los acuerdos institucionales con la Unión Europea; y la importancia que desde el Mercosur se logren nuevos acuerdos comerciales.

Del encuentro participaron también distintos empresarios de Dinamarca, con los que se dialogó sobre nuevas alianzas comerciales para la exportación de distintos productos de nuestro país e inversiones en el sector.

Asistieron al evento, autoridades de la Secretaría de Comercio Exterior de la Nación; representantes del Estado de Dinamarca; y empresarios de ambos países.



Nutrida agenda internacional para Agroindustria

Por la mañana, Etchevehere y su par danés, Jakob Elleman-Jensen, participaron de un desayuno con empresarios de ese país, y mantuvieron una reunión bilateral, donde analizaron oportunidades de intensificar la presencia de productos argentinos en el mercado de Dinamarca (como por ejemplo vino, jugo de uva, limones, ajo, miel, aceites vegetales, manzanas y productos orgánicos argentinos), así como posibilidades de inversión en el sector agroindustrial.

Luego de esta reunión, el Secretario de Gobierno de Agroindustria asistió a la apertura del seminario "Intercambio de experiencias y proyectos de cooperación técnica en materia agroindustrial", que fue organizado por Agroindustria, INTA y Senasa en el marco de los eventos paralelos de la Segunda Conferencia de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur".

Allí, junto al presidente del INTA, Juan Balbín y del vicepresidente del Senasa, Guillermo Rossi; el titular de la cartera agroindustrial nacional aseguró que "Argentina es un país líder en innovación para la producción agroindustrial, y está comprometida en continuar aportando a la seguridad alimentaria mundial a través de su capacidad exportadora y, al mismo tiempo, reforzar las acciones de cooperación internacional Sur-Sur".

En este sentido recordó que en materia de cooperación, Agroindustria cuenta con 85 Memorandos de cooperación con 49 países, y participa en la ejecución de 75 Proyectos de Cooperación Técnica del Fondo Argentino de Cooperación Sur-Sur y Triangular (FO.AR) en 42 países.


Durante la mañana también se reunió con el Canciller de Mozambique, José Pacheco, y una nutrida comitiva de ese país, con quienes intercambió experiencias del sector y firmó un acuerdo de "cooperación en materia de agricultura y seguridad alimentaria".

Agroindustria