jueves, 25 de agosto de 2016

Argentina integra una iniciativa global para combatir la resistencia a los antimicrobianos


Marcelo Galas es jefe del Departamento de Bacteriología 
del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (ANLIS) y consultor de la OPS.

Gracias al Ministerio de Ciencia, el país se posiciona como el primero de la región en formar parte de EXEDRA, un proyecto global de investigación y desarrollo de herramientas para combatir un problema que afecta de manera creciente a la población mundial.

Cuando en 1928 Alexander Fleming descubrió la penicilina –que permitió desarrollar la cura contra muchas enfermedades microbianas y salvar millones de vidas– nadie sospechaba que esta respuesta se reconvertiría ante un nuevo desafío en el siglo XXI.

En la actualidad, la resistencia a los antimicrobianos se configura como un problema real a escala planetaria. Es que las bacterias también evolucionan y esa selección hace que estos microorganismos adquieran resistencia a medicamentos a los que originalmente eran vulnerables.

Por lo tanto, no es suficiente sólo desarrollar nuevos fármacos porque las bacterias, mediante el proceso de presión selectiva, siempre encontrarán la manera de convertirse en resistentes y dejen de responder al tratamiento ordinario, lo que puede dar lugar a enfermedades prolongadas con mayor riesgo de muerte.

En pos de estas demandas, la Unión Europea puso en marcha la Iniciativa de Programación Conjunta sobre resistencia a los antimicrobianos (JPIAMR, por sus siglas en inglés).

El programa propone un abordaje conjunto y coordinado de este problema, a través del establecimiento de una agenda global y la posterior coordinación de fondos de los países miembro para financiar investigaciones que buscan paliar esta problemática.

En ese contexto, mediante el proyecto “Expansión de la iniciativa de programación conjunta europea en la resistencia a medicamentos a los antimicrobianos” (EXEDRA, por sus siglas en inglés), la Argentina es la única nación latinoamericana que integra el capítulo global de esta iniciativa.

El principal objetivo de EXEDRA –cuyo presupuesto alcanza los € 2.149.202 y de los cuales el Ministerio recibirá € 55.000–  es ampliar el radio de acción de la JPIAMR, crear una estructura de gobierno sostenible para fondos nacionales y apoyar la implementación de la agenda estratégica de investigación en antimicrobianos.

“La relación que tiene el Ministerio de Ciencia con Europa desde hace años hizo posible que Argentina se incorporara junto con Canadá a la iniciativa, como los primeros países extra europeos”, explica Marcelo Galas, jefe del Departamento de Bacteriología del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (ANLIS), y consultor de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

“Nuestro país tiene un rol muy importante por varias razones: primero porque el Ministerio ya tiene trabajos hechos en estos aspectos y además está en el consejo directivo de la iniciativa europea.

Por otro lado, tiene un liderazgo muy fuerte a la resistencia a antimicrobianos en la región, siendo hoy un referente latinoamericano en la materia”.

Coordinado por el Consejo Sueco de Investigación junto a un consorcio formado por otras 13 instituciones de Francia, Rumania, Alemania, Israel, España, Reino Unido, Polonia, Países Bajos, Canadá y Argentina, el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva es el único socio latinoamericano de la iniciativa.

La colaboración se enmarca dentro del Programa HORIZONTE 2020, octavo Programa Marco (PM) de la Unión Europea para Investigación e Innovación, llevado adelante desde la Oficina de Enlace Argentina-Unión Europa, perteneciente a la Dirección Nacional de Cooperación e Integración Institucional de la cartera científica.

El período de ejecución comprende los años 2014 a 2020, con un presupuesto de € 80.000 millones.

Uso y mal uso de fármacos

Según organismos oficiales europeos, la predicción es que en 2050 –sólo 35 años en el futuro– unas 10 millones de personas morirán cada año por resistencia a los antimicrobianos, con un costo estimado de 100.000 millones de dólares para la sociedad.

Así, la resistencia a antimicrobianos es un tema abarcativo e involucra a una diversidad de actores:

“Se está haciendo selección de resistencia a antimicrobianos en muchos ámbitos diferentes: en salud humana, en los hospitales, a nivel comunitario y también en todo lo que es producción de alimentos, porque hoy se usan más antibióticos en producción de carne –sobre todo de cerdo y pollo– que en salud humana”, consigna Galas.

La presión de selección redunda en que la resistencia sea altísima en algunos países, sobre todo en aquellos donde el uso de antimicrobianos es indiscriminado.

En esa lista entran Asia y Latinoamérica, dado que existe mucho uso y dificultades de control por parte de los organismos gubernamentales.

“En algunos casos incluso se llega a la era preantibiótica, porque existen infecciones hoy en día que en muchos casos son intratables”, advierte el científico.

En la puesta en marcha de EXEDRA la Oficina de Enlace Argentina-Unión Europea será el vínculo del proyecto tanto a escala nacional como regional, con la colaboración de los doctores Galas y Alejandro Petroni del Departamento de Bacteriología del ANLIS, además de Daniel Gómez, quien se desempeña como punto nacional de contacto en el área de salud ante la Comisión Europea.

En ese sentido, Galas señala: “Argentina participa desde hace más de 20 años en la iniciativa latinoamericana de resistencia a antimicrobianos que se nuclea en la OPS.

Mi rol allí será trabajar para que se pueda extender a la región.

Hay mucha capacidad instalada y mucho potencial para llevar este proyecto adelante”.

Con los tres expertos participando desde distintas instancias de articulación, la perspectiva es alentadora:

“Estamos en un momento bisagra, porque tenemos la posibilidad de generar planes nacionales en todos los países de Latinoamérica y articularlos de la mejor manera”, finaliza el consultor.

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