viernes, 11 de marzo de 2016

Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

 Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

De izq. a derecha: Sr. Stefan Schneider; el embajador de Alemania Bernhard Graf von Waldersee; el Dr. Thomas Rachel; el Dr. Miguel Angel Blesa; la Ing. Águeda Menvielle y el Ing. Jorge Aguado.

Durante el encuentro realizado en el Polo Científico, se presentaron los proyectos de trabajo en conjunto y se expuso el estado de avance de los ejes que ambos países consideran estratégicos para la ciencia y la tecnología.

El Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva fue sede de la Quinta Reunión de la Comisión Conjunta en Ciencia y Tecnología Argentino-Alemana.

El evento realizado ayer fue presidido por el secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación, Dr. Miguel Angel Blesa, y por el viceministro del Ministerio Federal para la Educación y la Investigación de la República Federal de Alemania (BMBF), Dr. Thomas Rachel.

“Argentina es para nosotros un socio clave.

Hay una prioridad política clara en la inversión y ampliación de recursos en ciencia y tecnología en ambos países.

Comisiones como la que nos reúne dan cuenta de los caminos conjuntos”, enfatizó Rachel al inicio del encuentro.

 Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

''Argentina es para nosotros un socio clave'' enfatizó el Dr. Thomas Rachel al inicio del encuentro.

Por su parte, el Dr. Blesa señaló:

“La cooperación con Alemania es de larga tradición y central en nuestro desafío por poner a la ciencia, la tecnología y la innovación al servicio del desarrollo sustentable de nuestro país”.

Asimismo, formaron parte de la reunión la directora nacional de Relaciones Internacionales, Ing. Águeda Menvielle; el embajador de la República Federal de Alemania en Argentina, Bernhard Graf von Waldersee; el jefe de la división de América del BMBF, Sr. Stefan Schneider; el presidente de la Fundación Argentina de Nanotecnología (FAN), Ing. Daniel Lupi; el gerente de desarrollo científico y tecnológico del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (CONICET), Dr. Jorge Tezón; el director del Instituto de Investigación en Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA) – Instituto Partner de la Sociedad Max Planck (IBioBA-CONICET-MPSP), Dr. Eduardo Artz; el representante de la oficina Max Planck para Latinoamérica, Dr. Andreas Trepte y el subsecretario de Políticas de la cartera científica, Ing. Jorge Aguado.

En su discurso, el embajador Graf von Waldersee afirmó que “estamos en presencia de una muy buena y fructífera cooperación.

Debemos continuar organizando comisiones para la evaluación de propuestas y proyectos conjuntos”.

Por su parte, la Ing. Menvielle destacó:

“Hoy Argentina se encuentra entre los diez países principales de participación en el marco de los programas de la Unión Europea. Contamos con 230 acuerdos intergubernamentales y llevamos 90 científicos repatriados desde Alemania”.

Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

La Ing. Menvielle destacó la importancia y trayectoria de cooperación bilateral con la nación europea.

Durante la primer parte del día se realizaron reuniones de trabajo organizadas en comisiones temáticas.

La cooperación en el ámbito educativo, que se lleva adelante a través del Centro Universitario Argentino Alemán (CUAA-DAHZ) desde 2010, fue presentada por dos integrantes del organismo, la Dra. Graciela Humbert Lan y el Sr. Dirk Schüller, quien describió el estado actual del vínculo:

“Hay muchos estudiantes interesados en carreras científicas, por lo tanto, los subsidios en movilidad deben aumentar.

No sólo a través del incentivo en investigación sino también en las prácticas en empresas.

Convivimos con una fuerte necesidad de calificarnos internacionalmente”.

A su vez, enfatizaron sobre el objetivo de desarrollar carreras binacionales de doble titulación las cuales contarán con un financiamiento de 135 mil euros por año calendario.

Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

El Dr. Eduardo Trigo presentó los avances en bioeconomía.

A la fecha, se registran 12 carreras binacionales activas; aproximadamente 50 alumnos entre maestrías y doctorados, y 10 egresados.

Las disertaciones que continuaron a lo largo de la mañana tuvieron como segundo eje a las áreas estratégicas y la cooperación con CONICET, los avances en  nanotecnología (Fundación Argentina de Nanotecnología –FAN-), los asuntos espaciales (Comisión Nacional de Actividades Espaciales – CONAE-) y la agroindustria (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria –INTA-).

En representación del vínculo con CONICET, el Dr. Tezón realizó un raconto que incluyó a los 34 proyectos de cooperación bilateral, las dos unidades mixtas consolidadas entre ambos países, en referencia al Observatorio Argentino – Alemán de Geodesia (AGGO) y al instituto Max Planck, y los 11 grupos asociados en especialidades como las ciencias de la tierra, la bioeconomía, las ciencias sociales, la ingeniería, las ciencias agrarias, la biología, la nanoelectrónica, la biomedicina y las ciencias de la atmósfera, entre otras.

En lo que respecta a las áreas de mutuo interés, como ser la nanotecnología, se consideró fundamental la inversión para el desarrollo de actividades de I+D en esta temática, así como el desarrollo de plataformas que faciliten el acceso a la información y el intercambio de conocimiento entre los científicos de cada país.

En lo que hace a la bioeconomía y biotecnología, se destacó como uno de los principales sectores para las proyecciones del Plan Argentina Innovadora 2020 que, a su vez, contempla instancias de cooperación con Alemania con perspectivas de alcance regional.

Durante la segunda parte de la jornada, las temáticas abordadas contaron con ponencias sobre medio ambiente, geología, oceanografía, astrofísica, biomedicina, becas y proyectos en curso, y potencialidades para el futuro próximo.

En esta instancia se presentó a una de las más iniciatvias de mayor envergadura entre ambos países, el instituto Max Planck.

Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

El representante de la oficina Max Planck para Latinoamérica, Dr. Andreas Trepte.

El Dr. Andreas Trepte, representante de esta institución en Latinoamérica por la delegación alemana, afirmó:

“Para nosotros es muy importante tener una oficina en Argentina.

Es un modo de entender el comportamiento de la región. Juntos estamos en el camino de generar valor agregado”.

En suma, resaltó que esto ya permitió la formación de más de 200 científicos argentinos.

Por su parte, el director del IBioBA, Eduardo Artz, se refirió a dicha iniciativa como un modo de “institucionalizar las colaboraciones en un grado superior”,  y agregó que “hace ya cinco años tenemos dos grupos alemanes trabajando en nuestros laboratorios”.

 Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

El director del IBioBA – Instituto Partner de la Sociedad Max Planck, Dr. Eduardo Artz, presentó una de las iniciativas de mayor envergadura entre ambos países.

Asimismo, se conversó sobre la necesidad de instalar en la agenda 2016 las investigaciones referentes a las ciencias marinas y oceanográficas.

En este marco se presentaron los objetivos centrales de la iniciativa argentina Pampa Azul, las  zonas e investigaciones en el Mar Argentino; así como las propuestas temáticas y logísticas para la cooperación con Alemania a mediano y corto plazo.

Estas temáticas se establecieron como prioritarias para la divulgación científica y su posicionamiento en la opinión pública y el interés general.

Del mismo modo, se detallaron las actividades en curso para la popularización de la ciencia y la tecnología en ambos países.

Hacia el final de la jornada, se realizó la firma del acta final del encuentro y ambas partes acordaron celebrar la próxima reunión de la Comisión en la nación europea.

 Argentina afianza la cooperación científica con Alemania

Quinta Reunión de la Comisión Conjunta en Ciencia y Tecnología Argentino-Alemana.

Estado de cooperación con Alemania

Alemania y Argentina mantienen una larga trayectoria en cooperación científica y tecnológica desde 1969.

Entre sus acciones se pueden destacar el otorgamiento de becas de formación de recursos humanos, movilidad de investigadores en el marco de proyectos conjuntos de investigación, la creación de centros binacionales y la ejecución de proyectos de investigación y desarrollo.

Todo esto se materializa en el trabajo con el Ministerio Federal de Educación e Investigación ; el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD); la Sociedad Max Planck con la cual se ha asociado para la creación del Instituto de Biomedicina de Buenos Aires (IBioBA CONICET-Max Planck); la Fundación Alemana de Investigación Científica; el Instituto Leibniz de Investigación en Materiales y Estado Sólido de Dresden, el Instituto Fraunhofer  y el Centro Universitario Argentino-Alemán .

Además, se destaca el funcionamiento de la Red de Científicos Argentinos en Alemania (RCAA), dependiente del programa RAICES (Red de Argentinos Investigadores y Científicos en el Exterior), conformada por 219 investigadores argentinos.

Hasta la fecha se registran 87 científicos repatriados de Alemania en nuestro país.

También se desarrollaron proyectos de cooperación multilateral en el marco de acciones junto a la Unión Europea, la creación del Centro Tomás Maldonado en el Polo Científico Tecnológico, entre otras iniciativas.

Mincyt



martes, 1 de marzo de 2016

Medicina tradicional: cuando la farmacia está en el huerto


Señoras intercambiando plantas de alfalfa.

Antropólogas del Conicet y de la Universidad de Lodz, Polonia, mostraron que en el norte de Misiones las familias conservan sus plantas medicinales en los espacios peridomésticos, eje de un importante circuito que va del campo a la ciudad y viceversa

í como aquellos forzados al exilio se llevan fotos, libros y objetos personales que de alguna manera los unen al mundo que dejan atrás, cuando los pobladores del norte de Misiones se trasladan del campo a la ciudad se llevan consigo un repertorio de plantas medicinales.

"Las huertas familiares, aún en el contexto urbano, contribuyen al mantenimiento de las tradiciones, al intercambio de saberes y al fortalecimiento de vínculos sociales en las situaciones de cambios y migraciones, además de estimular la organización y el ordenamiento del espacio peridoméstico", afirman Norma Hilgert, que con Violeta Furlán y Maria Lelia Pochettino, etnobiólogas y antropólogas del Conicet, y Monika Kujawska, de la Universidad de Lodz, Polonia, acaban de publicar un trabajo en Pharmaceutical Biology en el que analizan el rol de los espacios que rodean las viviendas en Misiones.

"En este lugar en el que hay tantas culturas y la gente se mueve tanto, es como si conservaran una dosis homeopática de la chacra", explica Hilgert.

Oriunda de Santa Fe, doctorada en etnobiología en la Universidad Nacional de Salta y actualmente residente en Iguazú, donde trabaja en el

Instituto de Biología Subtropical (IBS), Hilgert dice que el trabajo partió del interés por saber cuál es el uso de los espacios verdes en las propiedades familiares de la ciudad.

"Taníamos algunas hipótesis, pero cuando empezamos con el relevamiento preliminar, Violeta llegó a la oficina diciendo «Nada de esto cierra»", recuerda Hilgert.

Furlán, que basó en esta investigación su tesis de doctorado, hizo un relevamiento de todos los barrios y, a través de unas 400 entrevistas (el 10% de los hogares, según el último censo de Iguazú), determinó que en los barrios donde las propiedades tienen 450 metros cuadrados o más es probable encontrar un espacio verde productivo.

A la luz del día

"Había muy poca información -cuenta Furlán-, de modo que hicimos un primer paneo y continuamos con algunas personas que eran las que más variedad de especies tenían.

Una superficie de alrededor de 400 metros cuadrados sería lo que acá llamamos «chacra» y en Buenos Aires se conoce como «quinta»."

En general, los encargados de transformar ese espacio verde en una huerta son mujeres, jubilados o personas sin hijos.

Las tres especies relevadas por Furlán, Hilgert, Pochettino y Kujawska son la manzanilla, la menta y el aloe vera, que tienen una historia de uso desde la época de la conquista y para los pobladores de la región son muy importantes.

También estudiaron la presencia de algunas otras, como la guayaba, utilizada para contrarrestrar la diarrea, y el kaa're, la misma que en el centro del país se conoce como paico y se usa como digestivo, incluso en niños.

Esta última fue motivo de una gran discusión porque desde la medicina académica es considerada tóxica.

El tránsito de plantas medicinales en el ámbito estudiado va del campo a la ciudad y de la ciudad al campo.

Un ejemplo es, precisamente, el aloe, que llegó desde África, primero a los ámbitos urbanos y después, a entornos rurales.

"Encontramos que cuando las familias se mudan se llevan parte de sus plantas curativas o vuelven al campo, y buscan entre sus familiares y amigos semillas o plantines -dice Furlán-.

Los resultados de este trabajo pusieron en evidencia el invisible, pero enorme e importantísimo circuito de plantas medicinales existente entre el campo y la ciudad, que además de enriquecer los huertos, fortalece los vínculos locales y, en particular, la soberanía familiar."

De acuerdo con esta investigación, que continúa una línea de trabajo interdisciplinaria iniciada hace 10 años en la zona y que analiza diferentes aspectos de la diversidad biológica y cultural, teniendo en cuenta el estrecho vínculo entre la población local y el entorno que habita, "tanto en el campo como en las ciudades hay un repertorio compartido de plantas que la gente usa en curaciones caseras, y que están disponibles principalmente en las huertas y los patios cercanos a las casas".

Esos espacios verdes aportan plantas para infusiones, condimentos y algo de comida. Pero el "botiquín de la naturaleza" no sólo incluye vegetales tradicionales, sino también otras conocidas por la radio, la TV o traídas de Brasil o Paraguay que llegan a la ciudad, y de allí van al campo pasando por zonas periurbanas.

"Encontramos más de 500, de tres grupos culturales distintos -precisa Hilgert-, que pueden usar una misma planta para enfermedades distintas.

Es como la comida: una familia puede usar el repollo para hacer chucrut y otra lo hace en ensalada."

Los remedios no sólo se plantan; a veces, crecen espontáneamente, especialmente en el norte de Misiones, una región muy próxima a un parque nacional.

"Entre estos pobladores, la medicina alopática está tan incorporada como la tradicional -destaca Hilgert-.

Hay dolencias que se curan con plantas, otras que se curan con el curandero y otras en el hospital.

Nosotros somos los que hacemos la división, para ellos no son opuestas.

Es bien importante que los agentes sanitarios tengan clara esa visión y no censuren estos usos, sino que más bien los supervisen.

El problema del uso de plantas medicinales aparece cuando hay erosión en el conocimiento, que es lo que ocurre cuando esas prácticas deben ocultarse.

Es importante que su uso se pueda hacer a la luz del día, y que se pueda conversar y discutir con los médicos."

Nora Bär
LA NACION